Nosotros, los Oscar y una claqueta gigante

Material visual de esta entrada (cedido por I.Legarda, a.k.a heelay).


Este año, ayudado por algunos camaradas de clase, estoy intentando corregir mi notable ignorancia cinematográfica.
Que mejor manera de empaparse de flipación y motivación por el cine que viendo la ceremonia de entrega de los Oscar. El problema derivado es que no puedo aguantar viendo yo solito un programa que se retransmite (a causa del horario americano) de 2 a 5 de la madrugada. Por ese motivo, unos cuanto comunicadores de normiranda y yo recurrimos a la solución que propone la escuela de cine más groovie de Catalunya.


En la ESCAC (Escola Superior de Cine de Catalunya) son muy guays. Tan chachi guays que han conseguido que ese pequeño problema de horario se convierta en la excusa perfecta para celebrar cada año una fiesta en la escuela. Todo comenzó hace tiempo cuando un alumno tuvo esta conversación con un profesor del centro:


Alumno: ¿Nos podríais dejar la escuela la noche de los Oscar para hacer una fiesta?

Profesor: ¿Para ver los Oscar? Claro que sí, cualquier acto que promueva la fama cinéfila-molondas de la ESCAC es bienvenido.

Alumno: Ok, pero seguramente nos emborracharemos, gritaremos como hooligans durante la entrega de premios y tal vez alguien vomite en alguna esquina. Todo eso mientras vemos la ceremonia del Kodak Theatre.

Profesor: Repito, cualquier acto que promueva la fama cinéfila-molondas de la ESCAC es bienvenido. Por cierto, ¿Me das fuego para encenderme un puro?

Ese alumno tenía razón. Comimos, tomamos, nos hicimos pasar por alumnos groovies de la ESCAC, vimos la entrega de premios entre el griterio de la multitud, etc. Algunos incluso suspendimos Guión. Sólo nos faltó vomitar. La subida de feniletilamina era inevitable, y más si aderezamos todas esas actividades con una ración de buena compañia.

¿A quien le preocupa no asistir al día siguiente a clase? Fiestas para ver los Oscars en domingo a la noche solo hay una, classes de disseny (leído diseni) tenemos cada semana.

Elecciones 2008, o lo que comporta ser mayor de edad

Ante todo, y a modo de recapitulación, un resumen tipo médico del paciente en estos últimos días:

Una notable bajada de feniletilamina en sangre durante estas semanas de exámenes ha impedido la actualización de este espacio. Por suerte, tras tratarlo con una triple dosis de salidas nocturnas, el paciente/blogger ha respondido a la medicación y actualmente mejora muy positivamente. Incluso ha escrito un nuevo post.*

Era la primera vez que me ocurría algo parecido. No recuerdo otra ocasión en la que me sintiese tan cómodo y asquerosamente vago por llevar el pijama puesto más de 18 horas y no salir de casa. Tampoco recuerdo si en algún momento de mi vida algún polícia local había llamado a la puerta de casa por la noche. Mucha casualidad debía flotar en esos momentos en el ambiente para que esas dos situaciones tan poco comunes coincidiesen temporalmente.

En la puerta estaba el agente. Traía con él su abrigo color rotulador fosforito, su cara de cansancio y aburrimiento y un impreso que ansiaba ser firmado. En ese momento aparecieron interrogantes. ¿Había hecho algo ilegal o delictivo durante alguna de las lagunas mentales que viví las tres últimas noches de dosis feniletilamínica? O tal vez el poste con el que chocó mi coche un mes atras se había caído y había matado a un hurón. Era posible que su dueño hubiera interpuesto una demanda contra mi por asesinato de mascota exótica.

La expresión de desgana del polícia me hizo entender que mi vida no tenía ningún episodio digno de ser retransmitido en un programa de sucesos telebasuril. Me dió este papel (clicad para ampliar), y firmé.


Sé que solo soy segundo suplente -de presidente :^)-, y que es casi imposible que tenga que trabajar pero... ¿Es cierto que puedo ir a la cárcel si no cumplo con este deber que como ciudadano tengo en el estado con ansias de nación para los de la diestra y con ansias de federación para los de la siniestra? Nunca estuve tan cerca de prisión.

















* No olvidéis que este es un blog autoterapéutico.

¿Cómo se dice...?

Eso. Sin ganas de nada.

Carnaval con mis drugos

Hermanitos míos, quiero contaros lo joroschó que estuvo la naito de ayer, cuando celebramos esa vesche que llaman carnaval.

Mi brato y yo iteamos a l'Amistat, en donde estaban todos los demás drugos. Oh Bogo mio!, que volche fue la fiesta, con muchas débochcas, molokoplus para todos y música (aunque no svuquearon nada del viejo Luwdig). Piteamos hasta que nuestros glasos videaban todo borroso.

Vestíamos con nuestros mejores platis a la última moda, con un buen suspensor para proteger y calentar nuestros yarboclos. Algunos brachnos no copaban la grandiosidad de nuestras prendas y smecaban y Oh! hermanitos mios, hubiera estado realmente joroschó crackearles un buen tolchoco en toda la rota para que pudiesen smecar aún mejor, pero esa naito estabamos cansados y solo pensábamos en pitear y, tal vez practicar el viejo unodós-unodós con alguna ptitsa con grandes pechos. Nos pusimos hostiles cuando poco después videamos una patrulla de militsos pero simpatizamos y piteamos de la vieja molokoplus juntos, por lo que no tuvimos que utilizar ni mi schlaga ni la usy de mi brato.

Al final de la naito, nos chirriaban los rasudoques pensando en como itearnos de unos glupos que no nos dejaban volver a nuestra domo y nos obligaban a hacer chumchum craqueando unos instrumentos. Al llegar a casa sasnutamos joroschomente en nuestras camas, estabamos agotados.

Amiguitos mios!!, no sabéis como me dolía la quijotera esta mañana, seguro que algún schupo me puso alguna vesché extraña en el molokoplus anoche.

PD: ¿No copeas nada lo de arriba escrito?, videa ESTA PÁGINA.