El post indescifrable del final del verano

Durante este verano me ha surgido más de una vez la duda, ¿Estaré dejando de ser veranófilo? Las fotos y recuerdos revelados en cruzado siguen siendo mi debilidad pero lo cierto es que, analizando la actividad bloguera (que no es otra cosa que un análogo de la estabilidad de mi psique), se puede comprobar como en los meses estivales este espacio permanece en estado semi-catatónico.

¿En la vida real? El bajón feniletilamínico se traduce en trabajo aburrido, problemas por un piso que no te quieren alquilar, estudios que se hacen cuesta arriba, vida social vacía, etc. Con estos dos últimos ítems no ha habido demasiados problemas pero también es cierto que lo demás me ha impedido grabar en super8 durante bastante tiempo. Y ahora que el piso está amueblado y encuentro empleo compatible con birras gracienques intrasemanales (sala 3, al fondo a la izquierda) parece que volvemos a rodar.

Pero lo mejor es todo lo que no he mencionado y que en el fondo ha sido lo que me ha ayudado a encontrar rollos de película, de diapositivas y de medio formato. Por supuesto, todo muy analógico y saturado.

Como véis, post indescrifable a trozos y con bastantes elementos de autobombo. Perdonadme, lo necesitaba.