Se acabó House of fun/Esto no merece título. En una conversación mi vacío interlocutor habitual habría olvidado estas palabras en 2 minutos

Últimamente el blog está más abandonado de lo que debería. A causa de una recaída reciente (y que aún persiste) me estoy saltando demasiado esta terapia.
Es muy difícil postear una entrada cuando te da la igual si la gente con la que uno socializa cada semana la lee o no. El problema gordo es uno, el deseo de estar con los que no pueden estar porque cada uno tiene su tiempo ocupado legítimamente y en cambio, el nodesear estar con los que tienen vacantes de socialización (que son pocos) y acabar de todas maneras allí liado, y comprender entonces porque estos últimos tienen siempre vacantes libres.

Al final las relaciones mentales se forman rápida y desastrosamente, y piensas inevitablemente que pueblode2kmconcercaniasderenfe=encierro/aburrimiento/cosaspocoaprovechables.

Deseo entonces todo lo contrario, salir, carretera, NOpueblode2kmconcercaniasderenfe. Pero claro, no hay vacantes de calidad para socializar durante esas aventuras. Y entonces comienza el enclaustramiento, la improductividad creativa a pesar de tener mucho más que contar que en otros momentos que sí que fui productivo, etc. Porque a pesar de todo podría sacarle jugo a estos ratos libres y solos, pero yo no soy tan listo, todavía (por decir algo esperanzador).

Al final el aferrarse a sucesos puntuales que se preveen positivos es la única esperanza que queda. Conseguir alguna de las vacantes para socializar una tarde o dos. Un concierto a la vista o un simple libro nuevo que leer se convierten en las novedades (por desgracia) más excitantes estos días. Pero todo es ponerse, y quien sabe, quizás después de ese libro o ese concierto mis productividad creativa en sentido autoterapéutico resurja, y pueda remontar esta aburrida/penosa situación, o tal vez alguien de calidad me ceda un espacio y renuncie a su tiempo para socializar conmigo periódicamente. De todos modos, eso último no es decisión mía.

Eso es todo pequeños drugos, un blue monday, aunque yo no relacione esa canción con algo triste sino con rabia y energía en el sentido positivo de ambas.